Bonneville Bobber By Krugger Motorcycles
Texto: Patxi Mesa
Fotos: Thierry Dricot

Fred Krugger es de los que no se arredran ante nada, y lo mismo te hace un Café Racer con una vieja Yamaha, o BMW, como te remodela una Diavel, y se queda tan pancho. Posiblemente es porque sabe que, independientemente de lo que haga en la moto que sea, su marca personal trasciende a la mecánica. En esta ocasión se trata de un encargo directo -un poco envenenado- de Triumph Benelux. Mala gente…
A finales de 2017, la filial de la marca en los Países Bajos le pasó un trabajito a Krugger Motorcycles: ofrecer su interpretación del Flat Track y la competición añeja sobre la base de una Bonneville Bobber. Sólo presentaba un problema: no tenía mucho tiempo pues debía estar lista para las primeras citas de 2018. Eso es presión de verdad. Fred debió sufrir algún tipo de accidente vascular cerebral porque aceptó el encargo, y tuvo que ir haciendo huecos en su ya apretada agenda para conseguir cumplir con el plazo. A pesar del poco margen, Krugger presentó algo más que una Bonneville Bobber remozada. Presentó una Bonneville con más músculo que Popeye.
La magia de Fred Krugger pasa por soluciones inteligentes y detalles de verdadero nivel, siempre al servicio de un concepto que suele definirse por una mezcla de estilo y elegancia europeos con un toque deportivo vagamente intimidatorio. Esta máquina, como vamos a ver, cumple con todos esos requisitos a pesar de haber sido construida a calzón quitado.

¡Potente motor, Km cero!
La Bonneville Bobber viene equipada con el bloque de 1200c.c. que ofrece una potencia de 77CV a 6.100rpm y un generoso par motor de 10,8 Kgm a 4000rpm. Tratándose de un motor nuevo, Krugger se ha limitado a montarle unos escapes tipo megáfono con un gesto hacia abajo, muy divertidos en firmes polvorientos, y ha sustituido la caja de aire por unas trompetas que, de paso, refuerzan el estilo vintage de los falsos carburadores. Sí, aunque en algunas fichas sigas viendo “carburación”, esta moto viene equipada con un sistema de inyección muy bien disimulado bajo la forma de dos carburadores, más falsos que un Euro con mi cara. Además, parte del sistema de inyección viene escondido dentro del depósito de gasolina. Pero como Fred decidió modificar la posición del depósito hacia una ubicación más baja, 40mm concretamente, tuvo que rehacer toda su parte inferior y recolocó la bomba de inyección, que ahora se esconde en el falso depósito de aceite, bajo el asiento. Fíjate en el trabajo realizado en la chapa del depósito para alojar la parte superior de los supuestos carburadores. Con un nuevo tapón integrado, la capacidad del depósito ha crecido de sus poco más de nueve litros hasta los dieciséis. Salimos ganando… En todo.

Parte ciclo modificada
La Bobber ya viene con una elegante zaga de aspecto rígido al estilo de los años cincuenta pero, al parecer, Fred tenía otros planes para esta moto. Y por algún motivo empezó a variar algunas cotas. Por ejemplo, la distancia entre ejes ha crecido 75mm y la altura al suelo es ahora 45mm más baja. Así las cosas, estamos hablando de 1585mm entre ejes, una distancia ya más propia de un cruiser y que le va a conferir a esta moto un aspecto realmente poderoso. La modificación del basculante es responsable de estos cambios y, para compensar las geometrías, la horquilla delantera ha sido rebajada 38mm. De esta forma, Fred se asegura de que no va a encontrarse con extrañas reacciones cuando la moto ruede. Ya sabemos que una variación sin criterio de las geometrías de la moto, como el avance de la dirección o el paralelismo con el suelo, suelen generar desagradables movimientos en marcha que comprometen la estabilidad del conjunto. La gracia de este sistema es que no tocas la cuna ni la pipa de dirección y, como puedes ver, el resultado es espectacular. Otro detalle que nos habla de la finura de Krugger es que, a pesar de que el basculante ha sido alargado, visualmente no se aprecia así. Eso se debe a que las trompetas que Fred ha colocado, a modo de filtros de aire, le permiten retrasar 50mm los paneles laterales que fingen ser un antiguo depósito de aceite, eliminando así un incómodo hueco en un conjunto que, por otro lado, resulta macizo y musculoso. Es otro ejemplo de cómo con pequeños detalles se puede modificar el aspecto visual de una moto. Tampoco las ruedas originales se han respetado, y en su lugar encontramos unas espectaculares llantas de aleación magistralmente mecanizadas, obra de Arlen Ness. Inmediatamente se convierten en protagonistas de la máquina, y no puedes dejar de mirarlas: de un extremo a otro de la moto, tus ojos parecen seguir un partido de tenis. Estas ruedas absolutamente modernas no chocan con el conjunto sino que potencian su atractivo, integradas magistralmente en el conjunto. Por otro lado, parece que el discreto color escogido para esta moto está pensado para ceder ese protagonismo a las ruedas y el motor, que a fin de cuentas son la verdadera esencia de la moto. Un detalle curioso es que, si te fijas, las gomas han sido decoradas al láser con una banda central rugosa y el nombre de Krugger en el hombro. El efecto que crea con las llantas es precioso y parece que han sido diseñados para trabajar juntos.

Grandes cambios, pequeños accesorios
Uno de los detalles que más nos ha gustado en esta moto es el inteligente cambio de aspecto que recibe el manillar. En lugar de montar algún caro accesorio de algún renombrado fabricante, Fred optó por una solución que no es muy original pero que él ha realizado de modo magistral. Lo habitual es montar el manillar en posición invertida para bajar las manos hacia una postura más aerodinámica. Fred también ha montado las torretas hacia abajo, doblando así aún más la riñonera. En la foto con la que cerramos este reportaje, puedes ver la postura de Fred: luce pintón pero no se le ve especialmente cómodo. Es, definitivamente, una moto de carreras. El resultado visual, con todo el conjunto oculto bajo la tija superior y el velocímetro asomando desde ahí, es de lo más logrado. El foco delantero, con su bisel de aluminio, es del catálogo de Triumph, así como la mayoría de mandos y controles, puños incluidos. Los dos guardabarros se han confeccionado en el taller de Fred y recogen su inspiración del modelo Bobber original de dos asientos. Por cierto, la base del asiento ha sido modificada también para recibir un nuevo tapizado de Wildhog. El resultado es impecable y aquí también vemos el soporte del asiento invertido, esta vez como un guiño estilístico. Casi imperceptibles son los intermitentes integrados en los contrapesos del manillar. Y te voy a reconocer algo: en la ficha técnica he puesto que tiene piloto, porque debe tenerlo, pero no he sido capaz de encontrarlo en las fotos… Debe ser por eso que le llaman mago.

Y sin embargo…
¿Es entonces Krugger perfecto? No, y esta moto tampoco. Tal vez sea por las prisas, pero no es habitual pillar a un grande como Krugger en un detalle como un par de cordones de soldadura. Si, cierto. Es buscar un poco las cosquillas pero, sinceramente, nos han rechinado un poco. Fíjate en la foto de doble página con el detalle del asiento y exíguo guardabarros, y verás una soldadura propia de un aficionado. Apostaría un pulgar a que se ha realizado con hilo, o TIG con aporte, pero su aspecto es el de mis chapuzas con electrodo básico. En este caso, un discreto molding vendría la mar de bien, o tal vez no delegar en aprendices por llevar el reloj en el culo. También apostaría el otro pulgar a que, de disponer Fred de unos días más, yo no estaría largando con esta alegría. Dejando de lado este detalle, estamos ante una creación poderosa, con mucho estilo y soluciones tan inteligentes como elegantes, y Fred la ha construido en el tiempo que otros aún estaríamos garabateando bocetos en un papel, mortalmente agobiados por tanta responsabilidad en tan poco tiempo.
Entrevista a Fred Krugger

¿Es tu primer proyecto “serio” con la marca Triumph?
– Si, el primero.
¿Por qué usar este modelo en cuestión como base?
-Fue a petición de Triumph, para promocionar la Bobber.
¿Qué fue lo más complicado, o difícil, de realizar en esta moto?
-Lo más complicado fue rehacer el depósito de combustible para poder reubicar las bombas de gasolina, que en el modelo original están dentro y lo he rebajado 45mm.
¿Y de qué te sientes más orgulloso?
-Me gustan las proporciones de la moto, son muy dinámicas.
Han pasado unos años desde que, en 2002, te presentaste en sociedad con “The Racer”. ¿Cómo crees que ha evolucionado tu estilo?
-Cada vez tengo más atención por el detalle y por la simplicidad visual de mis construcciones.
¿Nos puedes avanzar algo sobre tu próximo proyecto?
-700CV, 800Nm, 6.0 litros biturbo, motor Bentley… Se presentará en Art et Elegance Chantilly, en Julio de 2019.
Ya esperamos ansiosos poder admirar la última de tus creaciones…
GENERALIDADES
Propietario: Fred Krugger
Ciudad: Basse Bodeux
País: Bélgica
Marca y modelo de origen: Triumph Bonneville Bobber
Transformada por: Krugger Motorcycles
Tiempo: no se sabe
Precio: menos, todavía.
MOTOR
Marca/Modelo: Triumph Bonneville T120
Año: 2017
Cilindrada: 1200c.c.
Encendido: electrónico
Alimentación: inyección
Filtro de aire: trompetas
Escapes: megáfonos 53mm
TRANSMISIÓN
Primaria: serie
Embrague: serie
Cambio: serie
Secundaria: serie
CHASIS
Marca/Modelo: Triumph Bonneville Bobber
Modificado por: Krugger Motorcycles
Ángulo de dirección: serie
Basculante: rígido
Suspensión trasera: no
ACCESORIOS:
Manillar: serie invertido
Torres: serieinvertidas
Puños: Triumph
Mandos: Triumph
Reposapiés y controles: Triumph
Retrovisores: no
Faro: Triumph
Piloto: LED
Intermitentes: en contrapesos
Guardabarros del: Krugger
Guardabarros tras: Krugger
Depósito de combustible: seriemodificado por Krugger
Depósito de aceite: falso, esconde bomba
Asiento: Krugger/Wildhog
HORQUILLA
Barras: serie rebajadas
Tijas: serie
RUEDA DELANTERA
Llanta: Arlen Ness 18 x 3.5
Neumático: Dunlop Sportmax 120mm
Freno (disco y pinza): disco Ness
RUEDA TRASERA
Llanta: 18 x 5.5
Neumático: Dunlop Sportmax 160mm
Freno (disco y pinza: disco Ness
PINTURA Y ACABADOS
Pintura: Gris Skoda, Krugger
Cromados: Krugger
Pulidos y molding: Krugger
CONTACTO
Krugger Motorcycles
4983 Basse Bodeux, Bélgica
Tel.: +32495/326500
info@krugger.net